Terapia EMDR, ¿en qué consiste?

Cuando explico a mis pacientes que soy terapeuta EMDR y que basaré mi abordaje en la Terapia EMDR me encuentro con tres cosas.

Algunas personas ya conocen este abordaje terapéutico, bien debido a que se han informado por ellos mismos, o bien porque conocen a alguien que ha estado bajo este abordaje y se lo han recomendado.
Algunas personas, desgraciadamente, han pasado por un/a terapeuta poco experimentada y han tenido una mala experiencia, por lo que llegan reticentes a este abordaje.
Otras personas que no habían escuchado nunca este término.
Con cada una de ellas invierto el tiempo necesario explicando en qué consiste una terapia con EMDR.

La terapia EMDR consta de varias fases, y cada requiere un número de sesiones que depende del ritmo del paciente, al cual me voy ajustando, en la medida de lo posible.

La primera fase consta de un primer contacto con el paciente y su problema, es la fase más importante y sobre la cual vamos a invertir más tiempo, pues consiste en hacer una buena evaluación, y contextualización del caso que nos ayudará a trazar un mapa vital del paciente que tenemos delante.

Segunda fase, consiste en buscar e instalar estrategias de regulación emocional y relacional para que cada una de las personas pueda tener una estabilización tanto interna como externa. Para ello se diseñaran estrategias de relajación, afrontamiento, regulación emocional, explicación de su caso, desde otro punto de vista, contrastación de hipótesis y planteo del plan de trabajo etc.

Estas dos fases de la terapia EMDR parecen independientes, a veces se entrelazan y se complementan, lo cual me ayuda a adaptarme a cada persona con las necesidades que tiene.

Tercera fase, en esa fase, comenzamos a trabajar con los focos que hemos detectado que están influyendo en la actualidad, midiendo lo que estos momentos significan para cada uno a nivel cognitivo (de pensamiento) y a nivel emocional.

Cuarta fase, se procede al reprocesamiento de esas vivencias que siguen siendo perturbadoras a día de hoy.
Esto se realiza a través de la conexión vertical entre el cerebro reptiliano (tálamo y cerebelo) el sistema límbico y el nocortex.
Es decir pone en contacto a las sensaciones corporales que te genera el recuerdo con las emociones y con la imagen de ese recuerdo (nivel motor, emocional y cognitivo).
Y gracias a la estimulación bilateral el hemisferio derecho e izquierdo se ponen en comunicación para que de esta manera se re-procesen todas aquellas vivencias que han sido y son perturbadoras.

Quinta fase, miramos y revisamos cómo se ha producido ese cambio haciendo una re-evaluación, de tal manera que si se ha producido un cambio lo reforzamos, y de no haber sido así, retomamos la fase tres y cuatro del proceso. Con el fin de solucionar el problema desde la raíz.

Esta forma de trabajo tan exhaustiva que propone la terapia con EMDR ha sido a demás la terapia más avalada por la OMS dentro del campo de la psicoterapia.

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